Tras una inversión del orden de los 500 millones de dólares, el primer vertido de oro de la mina tuvo lugar en octubre de 2020 y el año pasado produjo 97.287 onzas de oro, con perspectivas de producir anualmente 100 mil onzas.
Los senadores, Gustavo Carrizo y Leopoldo Salva, miembros de la comisión de Minería, Recursos Naturales y Medio Ambiente, visitaron “Mina Lindero”, para relevar detalles de la operación de extracción de oro en la Puna salteña, a una altitud aproximada de entre 3500 a 4000 metros sobre el nivel del mar.
Lindero es una mina a cielo abierto operada por Mansfield, filial argentina de la canadiense Fortuna Silver, ubicada a 420 km. al oeste de la ciudad de Salta. Para llegar se deben recorrer las rutas, nacional 51 y provincial 27, pasando por San Antonio de los Cobres, Tolar Grande y localidades como, Olacapato y Salar de Pocitos, en un recorrido que insume unas 8 horas.
Tras una inversión del orden de los 500 millones de dólares, el primer vertido de oro de la mina tuvo lugar en octubre de 2020 y el año pasado produjo 97.287 onzas de oro, con perspectivas de producir anualmente 100 mil onzas y una vida útil de 10 años en el actual yacimiento.
En su recorrido, los senadores indagaron sobre el proceso de producción, que se basa en un circuito diseñado para triturar 18.750 toneladas de mineral al día. El mineral triturado se coloca en una plataforma de lixiviación y la solución resultante se bombea a las plantas de SART y ADR, antes de la electrodeposición y refinación, donde el oro se vierte en barras doré de 27 kg cada una. También en el proceso se obtiene cobre, como subproducto.
Para llevar a cabo la operación se emplea a más de 500 personas, además de contratistas y proveedores, que operan la mina las 24 horas, los 365 días del año. Sobre ese aspecto los senadores consultaron sobre el origen y formación del recurso humano, indicando que más del 70% provienen de Salta, en su mayoría de regiones cercanas al emprendimiento, recibiendo capacitación; al igual que los proveedores locales.
Otro de los aspectos consultados fue la gestión medio ambiental, indicando los voceros de la empresa que entre sus normas de buenas prácticas incluyen el reciclaje de residuos, monitoreo de flora y fauna, la construcción de una planta fotovoltaica, que permitirá reducir un 40% el consumo de combustible y un uso racional del agua, que proviene del salar de Arizaro y no es apta para consumo humano, además de un manejo seguro de elementos como el cianuro, que se utiliza en el proceso de lixiviado del oro.