Lunes, 06 de Mayo 2024

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Junta Municipal de Asunción
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Sitios emblemáticos: El Cabildo de Asunción

El Cabildo da nacimiento a la ciudad de Asunción.

Un día como hoy del año 1541, Asunción, pasó de ser un fuerte de amparo de los conquistadores, a constituirse en “Ciudad Nuestra Señora de la Asunción, capital de la Provincia Gigante de las Indias”.

El 16 de septiembre de 1541, se reunieron en el fuerte, los pobladores de Asunción con el teniente gobernador Domingo Martínez de Irala, Garci Benegas el tesorero, el veedor Alonso Cabrera y el factor Carlos Dubrin.

Decidieron de común acuerdo darle un Cabildo al fuerte y convertir el escaso pueblo en ciudad.  La Ordenanza que creó el Cabildo fue redactada durante el acto “para cuidar de la Ciudad Nuestra Señora de la Asunción” y de ser apenas un caserío rodeado de una empalizada para amparo de los conquistadores, a orillas del río Paraguay, Asunción pasó a constituirse en “Ciudad Nuestra Señora de la Asunción, capital de la Provincia Gigante de las Indias”. 

En ese Cabildo -antecedente de la Municipalidad de Asunción- se rigieron las primeras Ordenanzas que regularon la vida de los vecinos. El Cabildo rigió la vida de los paraguayos durante cuatro siglos. En la actualidad su edificio se convirtió en Centro Cultural de la República.

El Cabildo, era un órgano consultivo del Gobernador de la Provincia, quien era el representante del Rey y debía someter sus proyectos a la opinión del Cabildo en la búsqueda de consenso con los representantes de la ciudad.

En el caso de Asunción, los límites del Cabildo fueron tan inmensos como la Provincia Gigante de las Indias. Estaba integrado por un alcalde ordinario y otro de la hermandad, el alférez real, los regidores y el alguacil.

El Gobernador de la Provincia oficiaba de principal autoridad, pero era el Cabildo el que le daba posesión al cargo a los gobernadores.  El Cabildo se ocupaba de la ciudad y de la seguridad policial, la salubridad, la justicia, la regulación de los precios, el control de la moneda, las profesiones manuales, edificaciones, el trazado y limpieza de las calles, reglamento de las fiestas públicas.

Cuando los temas a tratar eran tan importantes que todos los vecinos querían opinar, se llamaba a reunión a Cabildo Abierto y allí por votación se tomaban las decisiones. Los alcaldes ordinarios ocupaban el cargo de mayor rango al lado del Gobernador. Y en su ausencia, eran sus interinos. Duraban un año con derecho a presentarse para la reelección después de tres años de intervalo. Los alcaldes de la hermandad se ocupaban de los problemas de los vecinos. El alférez real era el defensor público. Los regidores cumplían el papel de los concejales actuales. Su función era carga pública, no cobraban salarios. Eran 12 y elegidos entre las personas más influyentes y de mayor prestigio.

Toda la historia del Paraguay y de casi el cincuenta por ciento del territorio americano se resolvió en la Ciudad de Asunción entre sus habitantes españoles de mayor rango social, por ser capital de la Provincia Gigante de las Indias.

Existió un sentimiento de orgullo de los asuncenos, debido a la importancia que tuvo su gente en las decisiones políticas de América, a pesar del caserío desprolijo en que vivieron durante años de ese período colonial. Fue el espíritu de los asuncenos, representado en su Cabildo lo que dio respetabilidad a la ciudad.

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