Los ciclos del agua, el cambio climático, la crisis hídrica, la distribución y gestión del agua en el país fueron algunos de los tópicos abordados durante el conversatorio realizado por la JDM en el Centro Cultural Alba Roballo.
El conversatorio, denominado “Los ciclos del agua y su uso, las políticas públicas relacionadas a su manejo, las causas y efectos sobre la vida y la salud de la población”, reunió a un panel de expertos que expusieron y dieron respuesta a varias preguntas sobre estos temas que hicieron vecinos/as y concejales vecinales y municipales.
La apertura y moderación estuvo a cargo de la edila Estela Pereyra, presidenta de la Comisión Medio Ambiente y Salud de la Junta, en un evento del que participaron el alcalde del Municipio A, Juan Carlos Planchón, y las edilas Iara Lorenzetti y Amparo Fernández.
Pereyra planteó una “discusión abierta” con la sociedad civil organizada, la academia y autoridades nacionales y departamentales, con el objetivo de poner el agua en la agenda pública; “con este tipo de instancias pretendemos ser promotores de este tan valioso recurso, dejando insumos para mejorar los problemas planteados”, sostuvo.
Para contextualizar el tema, el meteorólogo Néstor Santayana, director de Meteorología y Clima de Inumet, explicó los ciclos del agua (evaporación, condensación, precipitación, infiltración y escorrentía), y señaló que en nuestra latitud las precipitaciones son muy variables.
Además, señaló la necesidad de no confundir entre la variabilidad climática y el cambio climático, estableciendo al respecto que la primera es natural y arroja como resultado que en latitudes como la nuestra las precipitaciones sean muy variables, lo que puede constituir un problema.
“En nuestro país los últimos tres años han sido extremadamente secos”, señaló el meteorólogo, quien también marcó que el trimestre febrero-marzo-abril de este año fue el inició de la crisis hídrica que sufrió la zona metropolitana. De acuerdo con los registros estadísticos, desde los años 1916-1918 no se registraba un evento de estas características.
Para finalizar y retomando el tema del cambio climático, Santayana enumeró algunos de los desafíos que deberá enfrentar nuestro país en particular: masas de calor, temporadas cálidas mas intensas y perdurables, noches menos frías, incremento de lluvias intensas, mayor humedad de los suelos y erosión costera.
La Ing. Quím. Jimena Risso, directora de la Unidad Calidad de Agua y Servicio de Evaluación de la Calidad y Control Ambiental de la Intendencia de Montevideo, explicó que la gestión y el monitoreo de los cuerpos de agua en el departamento se llevan a cabo mediante un enfoque unificador, sostenible con la salud de las personas, los animales y los ecosistemas.
Risso dio cuenta de los diferentes cuerpos de agua monitoreados por la IM: playas del Río de la Plata, humedales del Río Santa Lucía, arroyos (Miguelete, Pantanoso, Las Piedras, Carrasco), y lagos urbanos (Parque Rodó, Cachón, Prado, Parque Rivera, Jardín Japonés).
En lo que refiere a saneamiento, explicó que existen las denominadas “áreas liberadas” y que la unidad que lidera se enfoca en la limpieza y recuperación de estos cursos de agua y espacios contaminados por residuos.
En representación del gobierno nacional, el Ing. Mario Bustamante, director de la División Coordinación Regional Sur y jefe de la Oficina Regional Rio Negro del Ministerio de Ambiente, se refirió a los usos del agua en Uruguay con casi un 95% destinado al riego agropecuario, además del consumo humano e industrial.
El especialista detalló además las generalidades de las obras hidráulicas en Uruguay, entre las que se encuentran: obras de defensa, obras de toma de agua, tanques excavados, pozos y represas. Entre éstas últimas se incluyen los diques, embalses y vertederos: “en nuestro país hay 1500 represas registradas y, según estimaciones, unos 50.000 tajamares”.
El jerarca sostuvo que entre los principales problemas relacionados a la gestión del agua se encuentran las modificaciones de los causes, las obras que la interceptan, extracciones y perforaciones ilegales, además de obras en desuso.
Liderados por la docente Mariana Achugar, el sociólogo Daniel Peña y la licenciada Soledad Camacho, todos representantes del Grupo de Trabajo Ambiente y DDHH de la cátedra Unesco de DDHH de la UdelaR, explicaron el fenómeno del agua desde el enfoque ciudadano y las posibilidades de reclamar sus derechos relacionados a la misma.
Achugar señaló que el agua potable es un derecho reconocido en la constitución uruguaya, debido a que es fundamental para la vida, la seguridad alimentaria y la salud. Explicó que debe ser “suficiente, saludable, aceptable, físicamente accesible y asequible” para toda la población.
Algunas de estas pautas no se cumplieron durante la crisis hídrica registrada entre el 5 de mayo y el 22 de agosto de este año, que dejó sin agua potable al 60% de la población uruguaya (área metropolitana), por habilitación de excesos de cloruro, sodio y trihalometanos.
Para Daniel Peña, la crisis hídrica se explica por la combinación de cuatro factores: “sequía, falta de previsión, problemas de gestión y saqueo extractivista por (parte de) empresas forestales, sojeras, arroceras y embotelladoras”.
Peña sentenció que “la ganadería y la celulosa utilizan 20 veces más agua que las personas, con el agravante que a diferencia de las personas no pagan por ella”.
A esta problemática generada por el modelo agroexportador uruguayo, se suman dos nuevos rubros altamente consumidores de agua: hidrógeno verde y data centers.
Para Peña existe un estado de desinformación muy grave acerca de las cifras relacionadas con la calidad y la gestión del agua”, a lo que Achugar agregó que existen las capacidades para reclamar, por ejemplo, que aparezca en las facturas de OSE qué componentes tiene el agua suministrada por esta empresa pública. Para la docente, es una decisión política que la ciudadanía no cuente con esta información.
