El mencionado trabajo, elaborado por el propio espacio del Cuerpo deliberativo, representa el recorrido y proceso de análisis realizado durante el lapso descrito, entendiendo la relevancia del mismo y el valioso significado para la sociedad toda.

Recordemos que la Mesa de Salud Mental funciona en el HCD desde el año 2015, a través de la Ordenanza 18.292.

Los encargados de presentar una síntesis de las más de 80 páginas que posee el Informe ante los medios periodísticos presentes; y el publico en general, fueron:

JORGE GUTIÉRREZ – Quien es Lic. en Trabajo Social. Magíster en Diseño y Gestión de Programas Sociales por FLACSO. Integrante del equipo técnico del centro de referencia del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, y docente Universitario.

MARÍA JOSÉ GONZÁLEZ PIERONI – Licenciada en Psicóloga, especialista en psicología clínica de adultos, y jefa de la unidad de Factores Humanos del Sistema Integrado de Emergencias Prehospitalarias (SIEMPRE) del Municipio de Bahía Blanca

ALBA PICARDI – Licenciada en Psicóloga, especialista en psicología clínica con orientación en niños/as y adolescentes. Decana de la Facultad de Psicología de la Universidad Salesiana, y miembro del Colegio de Psicólogos/as de Bahía Blanca.

ROMINA PIRES – Licenciada en TRABAJO SOCIAL, docente y Directora de Trabajo social de la UNISAL, concejala del espacio del FDT y Coordinadora de la mesa de Salud Mental desde el año 2021 a la fecha.

Las Conclusiones destacadas a las que se arribó con dicho Informe, indican que a lo largo de este documento se ha realizado un recorrido por los dispositivos que funcionan en la ciudad, las problemáticas y los principales desafíos de la Salud Mental en la ciudad de Bahía Blanca .

La tarea de síntesis, reflexión y sistematización ha sido enorme. Fueron dos años de trabajo sostenido entre diferentes instituciones y organizaciones de la sociedad civil que conforman el espacio de la Mesa de Salud Mental. Un espacio que se ha cuidado mucho, un espacio de encuentro, debates, interrogantes y proyectos.

Se considera de vital importancia seguir trabajando en el fortalecimiento de la atención en salud mental desde una perspectiva de Derecho; en algunos casos el desinterés, y en otros el simple desconocimiento, tienen consecuencias que contribuyen a suprimir y estigmatizar a las personas que presentan problemas de Salud Mental. Es fundamental seguir dialogando hasta lograr una comunicación despojada de prejuicios, con una mirada comunitaria y de intervención territorial.

Fomentar más espacios de encuentro, diálogo, y debate interinstitucional en materia de Salud Mental, como parte de una estrategia de construcción de redes de trabajo y construcción conjunta de soluciones, sigue siendo un aspecto que requiere mayor desarrollo. Y en este sentido, el criterio de corresponsabilidad se hace fundamental, tender redes entre los diferentes sectores, flexibilizar los límites que se generan en distintas instituciones, por la creencia de un saber propio. Abrirse a interactuar con el territorio y articular con los demás actores implica lograr ubicarse como parte de un sistema y la responsabilidad que ello conlleva.

Asimismo, se cree que existen múltiples propuestas para el abordaje de las problemáticas en salud mental en general y en consumos problemáticos en particular, pero la accesibilidad a los procesos de atención depende del trabajo articulado entre instituciones, de los diferentes niveles de atención. En algunos casos se dificulta la comunicación.

Facilitar esta articulación sería otro de los objetivos fundamentales a seguir trabajando. Así como también, enmarcados en la Ley de Salud Mental vigente, involucrar más costosos a los hospitales y guardias generales en la atención de la Salud Mental y Consumos Problemáticos como parte del sistema integrado de salud y no de un sistema fragmentado. La integración buscada en nuestro sistema de salud requiere de la participación y del compromiso solidario de diferentes sectores y actores.

Es necesario sumar a esta Mesa, la participación de más actores relevantes en el campo de la Salud Mental (como, por ejemplo: los hospitales privados, el Hospital Municipal), dado que no se cuenta con un conocimiento detallado de la manera como se aborda la temática desde dicha instancia; esto representaría un insumo importante a la hora de analizar los diferentes aspectos de la atención en Salud Mental en Bahía Blanca.

• Es importante conocer (a partir de indicadores cuantitativos y cualitativos) la respuesta que se brinda a la problemática de Salud Mental en Bahía Blanca tanto por parte de estamentos públicos como privados, a fin de conocer en qué aspectos específicos es necesario fortalecer la respuesta a dichos problemas

  Contar con más personal capacitado específicamente en atención en materia de salud mental, resulta esencial para brindar una mejor respuesta ante el problema que surge en este ámbito tanto en el sistema público como en el privado.

  La formación constante del personal que trabaja en salud mental, es un aspecto de vital importancia al que aún no se le presta la atención que requiere; quedando relegado a un segundo plano y sin generar respuestas concretas.

  Las diversas consecuencias que ha tenido la pandemia ocasionada por el COVID-19 en materia de Salud Mental, constituye una relevancia tal que requiere el desarrollo de líneas de investigación que vinculan estos dos componentes.

  Se requiere del compromiso del sector privado en función de dar cumplimiento a la Ley de Salud Mental, abriendo servicios y/o dispositivos que favorezcan el acceso adecuado de los usuarios a los procesos de atención en salud mental, es imperioso que los directores y referencias de hospitales privados, obras sociales y prepagas, contribuyen y generan una red de atención integral de salud mental donde se disminuye ya la brecha entre la necesidad de acceso de los usuarios y las respuestas de los servicios.

  Finalmente, es fundamental trabajar duro en la confección y ejecución de un presupuesto que favorece la creación de dispositivos intermedios, alternativas a la internación para la continuidad de cuidados (centros de día, talleres de promoción de la salud, etc.) que, tal como lo señala la Ley de Salud Mental, propicien intervenciones subjetivas, posibilitadoras y de promoción de la Salud.

Fuente: Prensa HCD Bahía Blanca